miércoles, 23 de noviembre de 2011

ARTICULOS (ELIZABETH)


AGUAS CON TU MENSTRUACIÓN.

INTRODUCCIÓN.
No todas las mujeres podemos  presumir de tener periodos menstruales regulares.  Por si fuera poco, existen mujeres que padecen cólicos tan intensos que las dejan inmovilizadas en cama.  O por el contrario, la regla no se presenta cuando debería y, como  no hay señales de embarazo,  disfrutamos de esta situación en vez de acudir al médico. Hay que tener ¡cuidado! Quizá nuestro cuerpo nos este alertando con respecto a una enfermedad.

Para tener información más a detalle  de las enfermedades que se relacionan con las alteraciones en el ciclo menstrual, a continuación  vamos  a ir mencionando cada una para tener una idea clara de qué tratan, y  si te  sientes identificada con los síntomas  de algunas de ellas, saber las medidas  que tienes que tomar.

MENORREGIA.
 Si tú regla dura más de siete días, viene acompañada de coágulos y debes  cambiarte cada hora de toalla o tampón, lo que tienes es una menorregia. Según el University of Utah Health Sciences (UUHSC), este término es empleado  para definir el sangrado menstrual abundante y prolongado. Los fibromas (tumores no cancerosos formados  por tejido fibroso que se desarrolla dentro del útero, son comunes en 30% de las mujeres en edad reproductiva) son uno de los primordiales causantes de esta alteración, por lo que es recomendable que te realices un examen pélvico para detectar su posible existencia.

Otro factor que provoca la menorragia son los llamados  pólipos (carnosidades que nacen en las membranas mucosas de la vagina y la matriz), los cuales pueden ser removidos vía corriente eléctrica, congelación o cirugía. También puede originarse por un desequilibrio hormonal, por lo que debes realizarte un análisis sanguíneo, para poder descartar esta posibilidad.
Asimismo, mujeres que sufren este padecimiento podrían tener un problema hereditario de coagulación llamado enfermedad de Von Willebrand, sus síntomas se basan principalmente en periodos abundantes, encías que sangran  o facilidad de sangrado por cualquier lesión, si te identificas con alguno de estos síntomas es probable que lo padezcas; para tener una seguridad es conveniente someterte a un estudio médico, aconseja el Centro de Control  y Prevención de Enfermedades de Atlanta, Estados Unidos.

HIPOMENORREA.
Cuando tú cantidad de sangre  es menor a la normal o solamente manchado, y dura menos de dos días es probable que padezcas hipomenorrea. Las principales causas de se deben a una infección o procedimientos quirúrgicos en el útero o cérvix, uso de DIU (dispositivos intrauterinos), casos severos de enfermedad pélvica inflamatoria principalmente.

AMENORREA.
Si desde hace tres meses o más no te baja la regla (y si no estás embarazada), lo más probable es que sufras amenorrea. La mayoría de la veces las mujeres que sufren de este padecimiento son aquella que tienen más de 40 años y que se aproximan a la menopausia, pero cuando se presenta en  jóvenes se debe a una menopausia temprana, la cual se debe tratar con un tratamiento de reemplazo hormonal. La obsesión  por las dietas también puede ocasionar dicha alteración, ya que cuando se somete al organismo a desequilibrios nutrimentales se detiene la ovulación y la producción de estrógenos.

METRORRAGIA.
Si tienes sangrados irregulares que se presentan  a la mitad de un periodo, es probable que sufras metrorragia. Sus causas principalmente son alteraciones hormonales, mal funcionamiento del útero, pólipos, tumores, llagas, uso de crema con estrógenos o quizás te encuentres próxima a la menopausia. Los síntomas son: dolor e inflamación del útero. Una consecuencia es la infertilidad.  Sin embargo, este sangrado es normal si es mínimo y se debe al uso  del DIU,  a que tomas pastillas anticonceptivas o la terapia de remplazo, pero si no es ninguna de éstas excepciones es importante que consultes  a tú médico.


DISMENORREA.
Si cada vez que estás   en tu periodo  menstrual sufres intensos dolores, padeces dismenorrea, que es el término el cual define a la menstruación muy dolorosa. Este malestar puede presentarse también días previos al sagrado, comenta la ginecóloga Patricia Rodas Lecona.  Se considera normal siempre y cuando  sea tolerable, pero si la mujer requiere incapacitarse es  conveniente que visite al médico para saber el origen del padecimiento añade Rodas.

Este dolor tan intenso puede ser provocado a una endometriosis, lo cual significa que hay un crecimiento anormal del endometrio, y cuando este se desprende provoca dolor. También puede surgir por procesos inflamatorios causados por infecciones.  A veces este tipo de dolor tan agudo es provocado  por el DIU, ya que es la reacción  que el organismo presenta  ante un cuerpo extraño; cuando suceden estos casos  el dispositivo debe retirarse inmediatamente. Así como la inflamación de las trompas de Falopio o los fibromas uterinos son otros factores  que pueden provocar este mal.

CONCLUSIÓN.
Como puedes observar existe un mundo de términos empleados para cada anomalía en nuestra menstruación, por lo que es  importante que si te sientes identificada con alguna de éstas ¡no lo ignores!,  y consultes a tu médico.




REFERENCIAS:

Revista Saludable, Pág. 88, mayo 2005



www.intramed.net/ira.asp?contenidoID=48537 - Argentina

www.esmas.com/salud/home/sexualidad/606218.htm

¿Y  TÚ QUE SABES DEL PLACEBO?

INTRODUCCIÓN
¿Medicamentos falso? Sí, en algunos casos nuestro organismo puede responder de manera positiva a pastillas que no contienen ningún fármaco.

Y esto es posible gracias a la influencia de nuestra mente, a continuación especificaremos los detalles.

Empezaremos por definir ¿qué es el placebo? La palabra placebo, que en latín significa “te agradare”, apareció por primera vez en 1785, en un diccionario médico que la definió como “método o medicina popular”.

En la actualidad se conoce como un medicamento que, a pesar  de estar hecho a base de sustancias inactivas como el azúcar, busca producir los mismos resultados que un fármaco real.

Ahora definamos el efecto placebo. Cuando hablamos de efecto placebo se refiere al cambio de los síntomas de un determinado paciente, después de haber recibido un tratamiento a base de este tipo de pastillas.

El efecto placebo  y su eficacia se ha relacionado con diversos factores, como la forma de administrarlo (vía oral o intramuscular), el procedimiento de aplicación (por ejemplo después de escuchar largo tiempo a un paciente) o incluso el precio de un producto, que hace más creíble su eficacia terapéutica.

Existía una gran controversia entre el efecto placebo y el concepto de placebo,  y es que como éste es una sustancia inerte que puede producir mejoría en el paciente, mientras que el efecto placebo, es decir, la respuesta es algo que aparece luego de la administración de un placebo.

El misterio aquí es que si es algo inerte,  no puede producir efecto alguno. Entonces ¿cómo se explica esto?

Algunas personas tienen la capacidad, o se les ha quedado grabada la idea de que cualquier medicamento que les recete el médico los va a sanar o aliviar un dolor, aunque éste sea falso, inocuo y sin eficacia alguna.

A que se de esto, cuando una persona cree que va a tomar una medicina, su cerebro activa una región vinculada a la habilidad de experimentar un beneficio o una recompensa, el núcleo accumbens, se grega dopamina, provocando el alivio al dolor.

De manera que el grado que una persona responde a un tratamiento de placebo está muy vinculado a la actividad que registre el área del cerebro destinada a obtener un beneficio o una recompensa.

Su eficacia se ha relacionado con diversos factores, como la forma de administrarlo (vía oral o intramuscular), el procedimiento de aplicación (por ejemplo después de escuchar largo tiempo a un paciente) o incluso el precio de un producto, que hace más creíble su eficacia terapéutica.

Es importante mencionar la utilidad de los placebos, que se utilizan para comprobar la eficacia de todo nuevo medicamento.

Para considerar efectivo cualquier fármaco que se estudie y vaya ser empleado con seres humanos debe demostrar, por medio de diversas investigaciones, que es superior al placebo.

Dichos estudios clínicos consisten en dividir en dos a un grupo de personas con cierto padecimiento; a las primeras se les da la medicina real, y a los segundos se les otorgan píldoras con sustancias inactivas; los resultados se obtienen en base al número de personas que fueron  o no aliviadas por los fármacos, en comparación a los placebos.

Es decir,  si un alto número de personas tuvo una gran mejoría en su enfermedad gracias a los placebos que en comparación al medicamento real, ésta se rechaza, ya que debe ser lo contrario.

CONCLUSIÓN
Por lo que podemos decir, que el placebo es un medicamento, pero también una operación quirúrgica o un tratamiento psicoterapéutico, que solo tiene resultados por el mero hecho de que algunas personas creen que están siendo medicados.

REFERENCIAS:
Revista Saludable, Pág. 24 a 25, mayo 2005

www.tendencias21.net › TENDENCIAS CIENTÍFICAS


www.intramed.net/ira.asp?contenidoID=64780 - Argentina

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